El sector construcción ha mantenido un crecimiento constante y sostenido de los inmuebles residenciales y comerciales en todo el territorio nacional.
Como consecuencia de este crecimiento, se ha generado una cadena de necesidad:
- Espacios de almacenaje y distribución para los desarrolladores
- Suministros de insumos para todo el personal involucrado
- Finalmente, bienes y servicios requeridos para satisfacer la demanda de los clientes
Por eso, las edificaciones —como las naves industriales, y los locales comerciales y de oficinas— han experimentado una demanda significativa, sobre todo en las áreas turísticas, debido al flujo constante y variado de clientes.
Si eres inversionista, te harás una pregunta clave: “¿Debo invertir en un inmueble comercial o residencial?”. Haremos una comparación entre ambas opciones, para poder enfocar los recursos de la forma más acertada posible.
Beneficios y desafíos de invertir en estos tipos de inmuebles
Tomando en cuenta lo antes visto, la rentabilidad es el beneficio más importante que obtenemos cuando a inversión comercial se refiere. La plusvalía de los inmuebles suele incrementar en el tiempo, debido al crecimiento económico, el desarrollo de la zona y la demanda constante de más espacio comercial. Además, contamos con un flujo de ingresos más estable, ya que generalmente los contratos de alquiler son a largo plazo.
Por su parte, los costos de mantenimiento y de reparaciones suelen ser económicos. Si lo vemos desde el punto de vista de requerimientos en las fabricaciones, los inmuebles comerciales son menos exigentes, ya que van orientados al desarrollo de actividades comerciales, por lo que no requieren sofisticados detalles en las terminaciones, como ocurre en los residenciales.
¿Qué se debe tomar en cuenta para realizar este tipo de inversiones?
En la mayoría de los casos, la inversión inicial en la compra del solar y en la fabricación de un inmueble comercial suele ser más alta que las residenciales, ya que no contamos con la inyección de capital que ocurre como consecuencia de la preventa del proyecto, por lo que se debe hacer con recursos propios. Por otro lado, debemos estar preparados para un potencial tiempo sin beneficio en la renta de los espacios comerciales, ya que pueden experimentar períodos vacíos, en contraste al alquiler de una vivienda.
La demanda de los locales comerciales está amarrada de forma inminente al crecimiento económico del área en desarrollo, por lo que la rentabilidad puede variar en la misma forma que lo hace la economía de la zona y lo bien que marche el negocio del inquilino.
El éxito de las inversiones en locales comerciales, al igual quelos residenciales, está íntimamente ligado a la ubicación donde se desarrolle el proyecto. Una zona de fácil acceso que facilite la carga y descarga de la mercancía, y, al mismo tiempo, contar con los beneficios impositivos establecidos para las zonas industriales, puede ser vital en el éxito de todo proyecto.
Como todo inicio de negocio, se debe partir de un estudio de necesidad y factibilidad en la zona.
La decisión entre invertir en espacios comerciales o residenciales debe estar basada en los objetivos que queremos lograr y el dominio que poseemos sobre el negocio.
Necesitamos estar dispuestos a correr riesgos calculados y tener la capacidad financiera que implica este tipo de inversión.
Debemos estar atentos a las necesidades cambiantes del mercado, para poder entender y detectar las oportunidades de inversión, de tal forma que nuestro dinero pueda generar dividendos atractivos con el menor riesgo posible.