Existe un sin número de razones para escoger vender una casa para comprar otra. Las más comunes están relacionadas con el crecimiento de la familia y la necesidad de contar con más espacios para los nuevos miembros o, por el contrario, ahora los hijos se han marchado y la casa nos queda muy grande. Otro motivo frecuente es que las condiciones económicas han mejorado y se requiere una casa mejor ubicada, más cómoda y segura. De igual forma, el cambio puede ser originado por la necesidad de estar más cerca de la zona donde se realiza el trabajo de la familia.
Sea cual sea el motivo, existen distintos elementos a tomar en cuenta a la hora de tomar estas decisiones tan importantes:
Primero vender para después comprar
Lo recomendable es primero vender para después comprar, así sabremos con mayor precisión el compromiso financiero que vamos a adquirir.Con frecuencia, se acude a un alquiler temporal en lo que se cierra la transición. Por supuesto, esto genera una doble mudanza, con todo el estrés que esta implica, pero nos ofrece la ventaja de dedicar el tiempo necesario a elegir una casa a nuestra medida. Si tenemos la posibilidad de comprar antes de vender, evitamos la presión de apresurar la mudanza, sobre todo porque casi siempre el proceso de venta toma más tiempo que el de compra.
Identificar el mejor momento para vender la propiedad
Una vez tomada la decisión de vender, debemos buscar el apoyo de un asesor inmobiliario profesional, ya que su expertise facilitará el proceso.Debido a que contamos con ayuda extra y disponemos de más tiempo para organizar todo, la época de vacaciones escolares es la favorita de la mayoría de las personas para mudarse. Además, el tránsito es más fluido para el acarreo y, en verano, los días se hacen más largos. Por supuesto, el incremento en la demanda trae como consecuencia un alza en la tarifa del acarreo de las agencias de mudanza. Al mismo tiempo, en verano entramos en la época de huracanes, los cuales podrían arruinar la fiesta.
Analizar el mercado
Si la motivación principal del cambio es tener una casa más grande, moderna y mejor ubicada, es muy probable que el precio de compra sea muy superior al de venta, por lo que debemos tener bien claro cómo vamos a cubrir esa diferencia económica.Así mismo, si entendemos que ya no necesitamos tanto espacio y que la casa nos queda grande, debido a que los hijos se han marchado y volvemos a ser una pareja, es probable que el costo de compra para la nueva casa sea menos que el precio de venta, lo que nos dejará como beneficio un capital extra que podría servir para ahorrar o invertir.Existen otros gastos asociados a la cuota de mantenimiento, como los servicios, las reformas a la nueva casa y los imprevistos, los cuales debemos tomar en cuenta para estar preparados para la compra.
¿Qué necesitamos para vender una vivienda?
Es necesario acondicionar la casa para que se vea lo más atractiva posible para el comprador: reparar algunos daños menores, pintar, limpiar y lavar bien. Además, con tiempo de antelación, debemos organizar, recoger y clasificar el mobiliario, para determinar lo que no sirve, e identificar los muebles y los electrodomésticos que podemos vender para ganar un dinerito extra, que siempre cae bien. Debemos también realizar una tasación del inmueble, a fin de establecer un precio de venta competitivo y acorde a las ofertas que existen en la zona.
Es importante revisar que toda la documentación esté en orden y al día:
¿Qué necesitamos para comprar una vivienda?
Para comprar una vivienda, se deben agotar los siguientes pasos:
- En primer lugar, asegurar que el costo de inversión para la nueva casa esté cubierto por el dinero resultante de la venta. De lo contrario, debemos tener una precalificación bancaria que garantice un préstamo hipotecario que pueda costear la diferencia.
- Disponer del dinero suficiente para pagar el impuesto a la transferencia inmobiliaria, equivalente al 3 % del costo de venta del inmueble. Dicho impuesto debe ser cubierto por el adquiriente, al igual que los gastos de cierre, en caso de recurrir al financiamiento.
- Verificar que el certificado de título es el correcto y que la persona que vende es la autorizada a realizar la transición.
- Comprobar que los servicios de mantenimiento, agua, electricidad e internet estén al día.
Fuera de las circunstancias que han motivado la mudanza, debemos estar preparados para los trabajos que se podrían avecinar, los cuales podrían convertirse en dolores de cabeza para las familias. Para los niños, podría resultar un poco estresante verse separados de sus amigos y del entorno que siempre han conocido.
Una buena planeación y ejecución del proceso, hará que la transacción sea más ágil y menos traumática, resultando en una experiencia de disfrute para toda la familia.
