Día a día, evolucionamos de formas distintas y en diferentes aspectos de nuestras vidas. Lo mismo sucede con los espacios: los adaptamos a nuestros estilos de vida, de acuerdo a nuestro ritmo y necesidades.
Las cocinas son un punto de reunión dentro de los hogares, ya que pasamos la mayor parte del tiempo dentro de estos espacios. Crear espacios eficientes y cómodas,en conjunto con la tecnología, nos ofrece un sin fín de posibilidades para mejorar la experiencia de cocinar y convivir en el hogar. Entonces, al incorporar electrodomésticos inteligentes y sistemas automatizados, las convierten en verdaderos centros inteligentes de la vivienda. ¡Todas estas desde la palma de tu mano!
Los componentes de una cocina inteligente incluyen desde los electrodomésticos seleccionados así como también la velocidad del Internet que estos requieran. Solo necesitas dispositivos móviles y las apps correspondientes para tener un control remoto de estos aparatos inteligentes y eficientes. Con estos podrás controlarlos desde otra sala o, incluso, fuera de casa.
Las ventajas de una cocina inteligente
Son el ahorro de energía y del tiempo invertido en ellas. Si una nevera básica puede ahorrar un 50 % energía, imagínate una inteligente, que ahorra un 70 %. Esto sin contar la seguridad que pueden brindarte. Dado que los dispositivos tienden a notificarte si existe alguna falla o se encuentra cualquier anomalía. Si, por ejemplo, dejaste un huevo hervido en la estufa y saliste. Con estos dispositivos puedes controlar los equipos sin la preocupación de llegar a casa y encontrarte con los bomberos.
En estos espacios; los sistemas de almacenamiento, la iluminación y el espacio de trabajo también juegan un papel importante para que esta sea aún más funcional a nivel físico. El almacenamiento aporta a la organización del espacio, mientras que las superficies de trabajo, si son compatibles con tu necesidad, disminuyen el caos al finalizar su uso.
Los cajones y gabinetes con sistemas de extracción pueden ser de apertura asistida, eléctrica o mecánica. Estos funcionan con un leve impulso hacia dentro y se acercan al usuario deslizándose suavemente. El cierre contiene un sistema de amortiguado, mientas evita los ruidos molestos. Además, se les puede integrar un sistema de iluminación por sensor.
La iluminación dentro de la cocina es de suma importancia, sobre todo en el área de trabajo, donde recortamos los alimentos y manejamos utensilios que pueden provocar accidentes incómodos. La iluminación correcta para estas áreas es luz fría o blanca (3000K o 4000K), ya que ofrece una mayor y mejor visibilidad. La luz más cálida (2700K-3000K) es la requerida para el disfrute de las zonas comunes de la cocina.
En conclusión, la cocina es un espacio para disfrutar, así que no dudes en implementar algunos de estos sistemas en tu hogar, ya que facilitarán tu tiempo dentro de ella.